No hay palabras para calificar el hecho monstruoso y
terrible de la matanza ocurrida en Hula, Siria, el pasado viernes, que costó la
vida de 108 personas, de las cuales 59 eran niños, la mayoría menores de 10
años.
Quizás puedan pensar que Siria nos queda lejos, pero se
encuentra en la zona de Oriente más próxima al Mediterraneo, debajo de turquia…
y lejos o cerca, da igual, porque la tecnología actual nos coloca los hechos en
las mesas de nuestras cenas y almuerzos… y esto es lo que nos ocurrió el pasado
viernes, con las imágenes de la masacre de Hula y esas hileras de pequeños
cuerpecitos asesinados a manos de no se sabe que desgraciado hermano.
Ahora Hula, como antes lo fue
Homs, Sarajevo, Grozni o Kabul, se sumará a la lista de ciudades tocadas por la
barbarie. Pero a diferencia de lo ocurrido con los muertos de Hama que no
pudieron ser contados, en las matanzas ocurridas en los tiempos actuales, los sistemas
de comunicación nos permiten conocer lo que esta sucediendo y levantar nuestras
voces para pedir que se tomen medidas y evitar estos hechos, para condenar a
los asesinos por crímenes contra la humanidad y para hacer justicia a los
muertos.
Mas vale poco que nada, pero la
ONU como tantas otras veces llega tarde para los habitantes de Hula y ahora como
siempre se debaten entre declaraciones, visitas y formalismos lastrados por
Rusia y China cuyo derecho de veto y sus intereses estratégicos y económicos en
Siria impiden que Naciones Unidas sea mas eficaz.
Desde 2011 ya han muerto más de 10000 personas y son más
de 70000 los refugiados. La primavera árabe en Siria esta cobrándose un río de
sangre, sobre todo porque el gobierno opresor de Bachar
el Asad se sabe apoyado por Rusia y China, pero que no se olvide nadie la fuerza que tiene el aleteo de
una mariposa.
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