¿QUE ES UN TRILERO?
Es el que dirige una partida con tres cartas o tres cubiletes cuyo objetivo es el de conseguir que el jugador adivine dónde está una carta predeterminada, o debajo de qué cubilete se encuentra la bolita.
Es el que dirige una partida con tres cartas o tres cubiletes cuyo objetivo es el de conseguir que el jugador adivine dónde está una carta predeterminada, o debajo de qué cubilete se encuentra la bolita.
La realidad del juego es que suele estar asociado al
engaño, ya que movimientos rápidos y hábiles de las manos del trilero, hacen
creer al jugador que la bola esta en algún vaso o que la carta seleccionada esta entre alguna
de las tres expuestas, cuando la realidad es que está escondida entre los dedos
de la mano del trilero. Con el engaño se consigue que el jugador no acierte nunca la posición de
la carta o de la bola.
La vida es un juego
muchas veces, pero en democracia la política no puede ser un juego y menos de trileros. Cuando primero se despiden asesores políticos como respuesta a
una necesidad de reducir los gastos municipales por la situación económica y
financiera de la ciudad, y un tiempo después a esas mismas personas de
diferentes maneras se les contrata nuevamente con nombres de cargos diferentes,
eso es hacer política de trilero. Tan descarada es la situación ocurrida en el ayuntamiento de Ceuta, que fue
denunciado por un sindicato. Posteriormente el juzgado ha terminado dando la
razón a los sindicalistas, por meter en la administración publica a personas
que no cumplían los requisitos, de merito y capacidad, pero aun mas grave me resulta el engaño del supuesto ahorro económico que nunca lo fue y que ha quedado en el olvido.
Por tanto la denuncia sindical y la sentencia del juez que
lo confirma han hecho que vuelvan a despedirlos de sus cargos. Pero he aquí
que ante este revés, nuevamente el Ejecutivo local,
anuncia que creará cuatro nuevas plazas de libre designación, donde colocaran a estas
personas, esta vez en lugar de DIRECTORES se llamaran COORDINADORES, para así
eludir la sentencia del juez. La desfachatez no tiene limites.
Érase una vez políticos honrados, capaces de ser coherentes
con sus argumentos, capaces de sostenerlos si creen en ellos y capaces de
rectificar si se han equivocado.
Salud y hasta la próxima semana
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