El jueves de la semana pasada se celebró el debate del
estado de la ciudad de Ceuta, un pleno extraordinario donde se reúnen los
políticos que representan a la ciudadanía Ceutí para analizar la situación de la misma en el
último año. Por supuesto el Sr. Vivas defendió
su gestión, algo tan normal como el hecho de que la oposición planteara
en sus intervenciones aquellos aspectos de la vida de la ciudad en los que no
se había mejorado, aquéllos en los que se había empeorado y las soluciones que
consideraban se debían aplicar para corregirlas. Esto es lo esperable en una democracia.
Dos días después de este debate, quizás para justificar
su cargo en el gobierno de la ciudad y su ausencia en el debate, el
representante de Ceuta en Madrid da una rueda de prensa para hacer el análisis
del análisis hecho en el debate. Y he aquí que como si del avispado vendedor de
humo se tratase, transforma lo visto y oído en dicho debate, en otra cosa,
donde la oposición es el coco y el
presidente es un coco.
Es curioso que su discurso fuese tan simple y ramplón,
porque critica a los que llaman a Vivas Ali baba, pero él llama a la oposición
pin y pon, ridiculizándolos…. Criticándolos además por hacer lo que se espera
de ellos, Sin embargo él no
da la talla al hacer un análisis muy superficial del debate y concluir diciendo
que la política de Vivas se caracteriza por el “rigor y austeridad en su política
presupuestaria” cuando hace menos de una semana el Tribunal de cuentas emitió
un informe que es demoledor con la gestión que Vivas esta haciendo en todos estos
años con el dinero publico, donde se llama
al orden al gobierno de la ciudad porque están incumpliendo las recomendaciones
realizadas por este organismo en años anteriores para corregir el grave
descontrol que existe en las contrataciones publicas, donde se están
produciendo un gran numero de irregularidades, un exceso de fraccionamiento
indebido, adjudicaciones tramitadas por la vía
de urgencia insuficientemente justificadas, contrataciones innecesarias
de consultarías…
En
definitiva, del debate del estado de la ciudad sobraron los circunloquios y los
autohalagos y se debería haber obtenido un gran pacto para atajar los grandes
problemas de la ciudad, sin embargo esto no ocurrió, y esa creo es la critica
principal de este hecho, en lo que nos afecta a la ciudadanía.
Érase
una vez una ciudad donde se quedo a vivir el vendedor de humo.
Salud
y hasta la próxima semana