Cuando las garras de ETA estaban activas, éstas podían atacar en cualquier parte del territorio nacional. Recuerdo cuando mi marido sindicalista, viajaba a Madrid, la preocupación solo se disipaba cuando lo oías llegar a casa, porque sabias que él también podía ser victima del terrorismo, en cualquier momento, en cualquier reunión, él podía ser una victima más. Ahora cuando los Terroristas acaban de anunciar el cese definitivo de la actividad armada, la emoción me embarga.
Estamos viviendo un momento histórico y los demócratas debemos estar contentos y no olvidar que los protagonistas son las Victimas y sus familias, y que estamos asistiendo a la victoria de TODOS y TODAS, donde especialmente hay que felicitar a las instituciones del Estado, a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, a los jueces y a los fiscales, a la clase política, a la sociedad española y sobretodo a sociedad vasca, por el trabajo realizado en la lucha por la libertad, por el final de ETA.
También hay que recordar la labor de los Ministros del Interior de toda la democracia, especialmente los de esta última etapa, que de manera inteligente han sabido conducir a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
Hoy podemos decir que ha sido la democracia y el Estado de derecho los que han triunfado frente al terror y la sinrazón.
Y aunque no esta todo hecho, lo sabemos; ahora los políticos tienen que seguir trabajando con amplitud de miras para que este camino iniciado, ya no tenga vuelta atrás.
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