EDADISMO Y OTROS PREJUICIOS REFERIDOS A LA EDAD

Existe una forma de discriminación denominada EDADISMO y que se refiere al mantenimiento de estereotipos o actitudes prejuiciosas hacia las personas únicamente por el hecho de ser mayores. Los sesgos edadistas favorecen una descripción de las personas viejas basada fundamentalmente en rasgos negativos. Esta forma discriminatoria, que es la tercera en importancia después del racismo y del sexismo, tiene consecuencias no solo para las personas que pertenecen a este grupo sino tb para que estan en camino. Es por ello por lo que todo el mundo quiere ser eternamente joven, realizamos enormes esfuerzos personales y económicos para conseguir este fin, cuidando el cuerpo con cremas, operaciones… sin embargo lo más importante, debería ser más que lo físico, lo mental, que por otra parte no recibe casi, casi el más mínimo cuidado, olvidándonos lo importante que es tener objetivos, ilusiones, plantearnos nuevos desafíos, tratar de evitar la rutina, no perder el entusiasmo y la curiosidad por las cosas. Y como siempre el mundo de los sentimientos choca con el del pensamiento, y digo esto porque lo que es un deseo de nuestra sociedad, es decir, ser jóvenes, o al menos parecerlo, entra en contradicción con la idea prejuiciosa que tenemos de la gente joven a los que criticamos por considerarlos como un colectivo sin objetivos, sin ilusiones y sin futuro, esto es lo que se ha llamado la GENERACION NI-NI, que además es una falacia, que el INJUVE, instituto de la juventud, ha demostrado a través de un estudio que ha realizado. Esta percepción negativa que los mayores tienen de los jóvenes se debe al cambio generacional; ocurrió con nosotros y nuestros padres y a ellos con nuestros abuelos.En resumidas cuentas los prejuicios existen tanto de la gente más joven hacia los mayores y de la gente mayor hacia los jóvenes.La juventud es una hermosa etapa de la vida, no exenta de problemas. Los jóvenes de hoy no son peores que los de antes, solo son diferentes porque la vida que les ha tocado vivir también lo es. Y sus circunstancias tampoco son peores, solo distintas. El resto de las etapas de la vida hay que ponerlas en valor de igual forma que lo hacemos con la juventud. Todo dependerá de cómo las afrontemos.

Érase una vez un mundo sin prejuicios por razón de la edad